jueves, 15 de diciembre de 2011

LO ESCRITO EN LA PIEDRA PERMANECE PARA SIEMPRE



He aquí nuestro verdadero estado. Lo que nos hace incapaces de saber con certeza y de ignorar absolutamente. Bogamos en un vasto medio, siempre inciertos y flotantes, empujamos de uno a otro extremo; cualquier término donde pensáramos adherirnos y afirmarnos, vacila y nos abandona, y, si le seguimos, escapa a nuestra captura, se nos escurre y huye, en una huida eterna; nada se detiene para nosotros. Es el estado que nos es natural, y sin embargo el más contrario a nuestra inclinación. Ardemos en deseos de encontrar un asiento firme y una última base constante para edificar sobre ella una torre que se alce al infinito, pero todo nuestro fundamento cruje, y la tierra se abre hasta los abismos[1].


[1] Pascal, B., Pensamientos, Barcelona, Altaza, 1993, p. 79.

“Voilà notre état véritable. C’est ce qui nous rend incapables de savoir certainement et d’ignorer absolument. Nous voguons sur un milieu vaste, toujours incertains et flottants, poussés d’un bout vers l’autre; quelque terme où nous pensions nous attacher et nous affermir, il branle, et nous quitte, et si nous le suivons il échappe à nos prises, nous glisse et fuit d’une fuite éternelle; rien ne s’arrête pour nous. C’est l’état qui nous est naturel et toutefois le plus contraire à notre inclination. Nous brûlons du désir de trouver une assiette ferme, et une dernière base constante pour y édifier une tour qui s’élève à (l’)infini, mais tout notre fondement craque et la terre s’ouvre jusqu’aux abîmes.

“Ne cherchons donc point d’assurance et de fermeté; notre raison est toujours déçue par l’inconstance des apparences: rien ne peut fixer le fini entre les deux infinis qui l’enferment et le fuient” (Pascal, B., Pensées, 199-72 H. Disproportion de l’homme en Pascal im Kontext [CDR] © Karsten Worm - InfoSoftWare 2003. Buch: Pensées. Kapitel: XV. Transition. Basis-Ausgabe: Oeuvres complètes, S. Pa:525b).

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Sobre los libros como cimientos de nuestra cultura o sobre los derechos de autor o, en el fondo, sobre el derecho de propiedad de las editoriales, veamos este debate:

http://www.lanacion.com.ar/1423169-el-fin-del-libro

http://sur.infonews.com/notas/cuevanagate-tapar-el-sol-con-la-mano

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¿cómo se podría forzar a la naturaleza a entregar sus secretos a no ser oponiéndole resistencia victoriosa, es decir, mediante lo innatural? [1]



[1] KSA I, GdT 9, p. 66. NdT 9, p. 90.

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127.

Me complace el desarrollo militar de Europa y también su anárquico estado interior; los tiempos de tranquilidad y de modorra china que Galiani anunciaba para este siglo han pasado. La destreza viril personal, la aptitud del cuerpo re­cupera otra vez su valor, las valoraciones van siendo más físicas, la alimentación más carnívora. Otra vez van a ser posibles los hombres bellos. La cadavérica hipocresía (con mandarines al frente, como la soñaba Comte) ha pasado. En cada uno de nosotros se va afirmando el bárbaro y el animal feroz. Justamente por esto disminuirá el prestigio de los filósofos. Kant ha sido una especie de espantapájaros.[1]

226.

Despreciaban el cuerpo: no le tomaban en consideración; más aún: le trataban como enemigo. Su extravagancia era creer que se podía poseer una bella alma en un cuerpo abor­tivo, de apariencias cadavéricas... Para hacer creer esto a otras gentes, tenían que presentar de otra manera la idea de "bella alma", transformar el valor natural hasta presentar un ser pálido, enfermizo, exaltado hasta la idiocia, como el sustratum de la perfección, como un ser "angelical", como cria­tura transfigurada, como hombre superior. [2]

227.

La ignorancia en "psychologicis". El cristianismo no tie­ne sistema nervioso: el desprecio del cuerpo y la manera ar­bitraria de pasar en silencio las exigencias de éste, los descu­brimientos hechos sobre tal asunto; la hipótesis de que éste está conforme con la naturaleza superior del hombre, que el alma sacará de aquí necesariamente provecho; la reducción sistemática de todas las facultades del cuerpo a valores mo­rales ; la enfermedad misma condicionada por la moral, ima­ginada, por ejemplo, como castigo, como prueba, y hasta co­mo condición de la salud; el hombre se hace de este modo más perfecto de lo que sería estando sano (la idea de Pas­cal) ; en ciertos casos hay que ponerse malo deliberadamente. [3]

De aquí nace una práctica: para excitar el sentimiento de culpabilidad, para preparar la maceración hay que poner al cuerpo en un estado enfermizo y neurótico. Ya conocemos el método. Como se ve, ignórase por completo la lógica cau­sal del hecho; pero se tiene una interpretación religiosa para la maceración del cuerpo; ésta aparece como fin en sí, mientras que sólo es el medio para hacer posible aquella malsana indi­gestión de arrepentimiento (la "idée fixe" del pecado, la suges­tión hipnótica de la gallina por la raya "pecado").

La maceración del cuerpo prepara el terreno para la serie de "sentimientos del pecado", es decir, un malestar general que necesita una explicación...

Por otro lado, también se explica de este modo el método de la "redención": se provoca una dilapidación del sentimien­to por medio de oraciones, movimientos, gestos, votos; esto produce un agotamiento, a menudo súbitamente, otras veces también en forma epiléptica. Y tras un estado de profunda somnolencia reaparece la apariencia de salud, es decir, ha­blando en términos religiosos: la "salvación".[4]



[1] Nietzsche, F., La voluntad de dominio, #127.

[2] Nietzsche, F., La voluntad de dominio, #226.

[3] Nietzsche, F., La voluntad de dominio, #226.

[4] Nietzsche, F., La voluntad de dominio, #229.

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APUNTES DE "DELEUZE Y EL SISTEMA DE LO MULTIPLE" DE P. MENGUE

Deleuze hace una apología de la filosofía y su función (// Platón, Hegel, Heidegger). La filosofía sirve para crear nuevas formas de vida, para liberar al pensamiento de lo que lo aprisiona. La función de la filosofía es crear conceptos. No tiene privilegios respecto de la ciencia o el arte, pero es autónoma porque responde a sus propios problemas.

Filosofía = Intempestiva = contra la aceptación del presente = no busca consenso, paz o reposo. Tampoco busca sustento en lo Uno, el Todo o el Sujeto. No le preocupa el fin de la filosofía ni su comienzo originario, aurora o crepúsculo. La filosofía se preocupa por el medio = devenir. [Cambio, Revolución]

La filosofía es Sistema. Problema: ¿cómo pensar lo múltiple sin traicionarlo reduciéndolo a Uno? Filosofía = lógica de las multiplicidades. Si bien el pensar implica alguna forma de unificación (lógica)[1], el problema está en el modo de la unificación.

Un plano sostiene a las disciplinas o autores en una multiplicidad.

El plano hay que hacerlo ≠ dado (que haya muchos no implica multiplicidad)

Multiplicidad = diferencia no reductible a unidad ni a mismidad = caos = inmanencia

Deleuze desarrolla una forma de pensamiento intempestivo, que se separa de las cuestiones usuales o comunes de la filosofía contemporánea como la muerte de la filosofía y su reemplazo por las ciencias y las técnicas, el comienzo de la filosofía y el remontarse al pensamiento esencial de los presocráticos, la preocupación por una filosofía de la comunicación y el consenso. La filosofía no es hermenéutica ni reflexiva. La filosofía no tiene por objeto el conocimiento de la verdad sino la creación de conceptos. Se trata de pensar y sentir de otro modo. Con ello se deja de lado al mismo tiempo el problema del fundamento, que remite todo pensar a la derivación de un fundamento previo, y lo reemplaza por “la imagen del pensamiento”.

Múltiple como sistema = heterogénesis = sistema abierto

Filosofía = pensar = crear conceptos ≠ buscar un fundamento = deducir

Filosofía antifundacionalista. ¿Quién quiere fundamentos?

Crear = flotar sobre el océano del devenir, deslizarse sobre el caos del ser (crear implica destruir los fundamentos creados, dados).

Mengue niega que Nietzsche (y los nietzscheanos como Deleuze) sea contradictorio, pero no se puede dejar atrás el fundamento y enfrentar el caos sin arriesgarse, sin efectuar un ejercicio peligroso. El pensamiento debe ser capaz de pensar las singularidades, los acontecimientos (Mengue, 2008: 65). Es necesario modificar la idea de razón: no hay fundamento, ni esencia, ni sujeto, sino ‘razones’, diversos procesos de racionalizaciones (Mengue, 2008: 65).

Verdad es lo que nos interesa, lo que nos importa. Pensar es crear. Creación = lo que permite (condición, sostén) a la verdad aparecer como verdad.

La “imagen del pensamiento” no se identifica con la verdad sino con las condiciones de la verdad; no concierne a tal contenido proposicional, evidencia y factualidad, sino a las reglas implícitas, los criterios que, en cada época, permiten ‘tener por verdadero’ (Mengue, 2008: 67-8). “Cada estrato o formación histórica ‘implica una repartición de lo visible y de lo enunciable que se hace sobre ella misma’, y de un estrato al otro hay variaciones en estas maneras de decir (enunciable) y de ver (visible)” (Mengue, 2008: 68). “Imagen de pensamiento” = régimen de verdad (Foucault) (Mengue, 2008: 67) “épocas, estratos” (Mengue, 2008: 69).

Los conceptos no están dados sino que hay que crearlos. En este acto creador hay dos niveles: 1. el establecimiento del plano[2], 2. la creación de conceptos. El plano es un Uno-Todo, “como un desierto móvil que los conceptos vienen a poblar” (Mengue, 2008: 58). El plano recusa la distinción entre el ser y el pensamiento.

Concepto (Mengue, 2008: 53) ≠ idea general abstracta

≠ representación (referida a una facultad)

≠ opinión

≠ elemento de la proposición

Imagen del pensamiento” = “manera de pensar” (Mengue, 2008: 56) = requisitos fundamentales o presupuestos últimos (Mengue, 2008: 57) = plano de consistencia o de inmanencia ≠ concepto. Plano de inmanencia = forma de totalidad = Todo ilimitado, siempre abierto[3], que no totaliza en un género trascendente (Mengue, 2008: 57). Los conceptos son “creados”, el plano es “establecido”[4].

Plano = presupuesto e inmanente (Mengue, 2008: 58)

≠ preexistente

Zona o receptáculo amorfo

= potencia dinámica

= Uno-Todo, desierto móvil

= objeto de una pre-comprensión no filosófica

= aprehensión prefilosófica, no conceptual, intuitiva

= trazado según medios poco confesables[5]

Pensar = Ser = Voluntad de Poder. “Estos pensamientos son la substancia misma de las cosas. Esto equivale a decir que hay simultáneamente pensamiento (o sentido) y realidad (o ser) debido a una misma posición o ‘interpretación’ que, de un lado, se distribuye o se muestra como realidad, y del otro, se aprehende como sentido o pensamiento” (Mengue, 2008: 60). “Pensar no tiene otro sentido que inventar nuevas posibilidades de vida. Es decir, nuevas formas de sentir y pensar. El fin de la filosofía es “liberar la vida de todo aquello que la aprisiona”.[6] “Sentir de otro modo”. “Pensar de otro modo” (Mengue, 2008: 62).

Para Deleuze el problema del comienzo y el problema a del fin son falsos problemas, ya que siempre se comienza por el medio [= inmanencia pura (Mengue, 2008: 70)].

Esta cuestión está “en el centro de la intuición deleuziana de la multiplicidad” (Mengue, 2008: 70), a la que (en Mil mesetas) llama “rizoma”. “Así, lo que cuenta es la heterogénesis, un modo de desarrollo que opera sin que haya división de una unidad anterior. El rizoma se opone al árbol-raíz que procede por división a partir de una unidad (primado de lo uno), por ramificación dicotómica y elecciones binarias, o a partir de un foco central que ordena la radiación” (Mengue, 2008: 70). Contra el arjé o fundamento primero se opone el rizoma. “Crear, inventar conceptos, experimentar, es decir, agenciar” (Mengue, 2008: 71) “principio de conexión de lo heterogéneo” (Mengue, 2008: 70 nota)

Las dos dimensiones capitales en las que reconocemos el aporte de la filosofía deleuziana, a saber la de la teoría de las multiplicidades (acontecimientos, singularidades, mesetas, rizoma…) la teoría de la imagen del pensamiento (denuncia de los obstáculos que desfiguran el pensamiento como creación de conceptos, y correlativamente la apertura de posibilidades para un pensar distinto), no tienen sentido más que en relación con la inmanencia” (Mengue, 2008: 71)[7]. “Un ser inmanente que reside absolutamente en sí mismo, no puede ser a cada instante más que ‘punto de partida’ y principio de sí mismo y de su actividad, de su devenir”. No foco o fuente estable que pueda “supervisar, conducir o coronar” = trascendente. ¿Inmanente = autónomo (no depende de otro, de un fundamento)? Identidad = conjunto de fuerzas, sin unidad trascendente, que se eleve sobre las demás. Inmanencia = entrecruzamiento de fuerzas o líneas de crecimiento o flujos. (Mengue, 2008: 72) “El medio es la dimensión del crecimiento” (Mengue, 2008: 73)

Líneas de despliegue o transformación = líneas de fuga

Líneas de reposo o estabilización = estratos, segmentos.

Genealogía Geografía / Cartografía / Diagrama

Multiplicidades planas (sin profundidad), geométricas.

“En la medida en que llenan, ocupan todas las dimensiones, todas las multiplicidades son planas: hablaremos, pues, de un plano de consistencia de las multiplicidades, aunque ese ‘plano’ sea de dimensiones crecientes según el número de conexiones que se establezcan en él”.[8]

Multiplicidad ≠ estructura = se define por un conjunto de puntos y posiciones.

Multiplicidad = cambia de naturaleza al conectarse con otros elementos.[9] El rizoma está hecho de direcciones cambiantes.

¿Cómo pensar este medio, el espacio de la inmanencia? Nuestro último recurso no es ya el verbo ser, demasiado abarcador, sino el “Y”. El “Y” no es una simple relación sino la esencia de toda relación (Mengue, 2008: 74). La naturaleza no es colectiva sino distributiva; no es atributiva sino conjuntiva (Mengue, 2008: 74). “La noción de agenciamiento viene a responder a esta natu­raleza conjuntiva, coordinativa del ser. El agenciamiento es la unidad real mínima (Diálogos, p. 65), y es una unidad que junta los términos, o las líneas, esencialmente heterogéneas:

“¿Qué es un agenciamiento? Es una multiplicidad que comporta muchos términos heterogéneos, y que establece conexiones, relaciones entre ellos, a través de edades, sexos, reinos -naturalezas diferentes. Además, la única unidad del agenciamiento es la del co-funcionamiento” (Diálogos, p. 84, n. s). Un agenciamiento puede dividirse según dos ejes: Io Según el eje contenido/expresión, un agenciamiento comprende en su heterogeneidad, tanto estados de cosas (agenciamientos de efectuación) como enunciados (agenciamientos de enunciación), tanto cosas como pala­bras (Diálogos, pp. 85 y 86). 2o Según el segundo eje, los agenciamientos se distinguen por la naturaleza de los movimientos que animan las líneas que lo componen, y que no cesan de coexistir (son tomados los unos en los otros) y de oponerse: líneas de desterritorialización (o sea, princi­palmente como líneas de fuga que, como variaciones in­tensivas o moleculares, minan o escapan a las codificacio­nes binarias propias del otro tipo de líneas) y las líneas de reterritorialización, de codificación (interrupción del mo­vimiento y de la repartición de los términos fijos en oposi­ciones duales, o sea, toda forma de estratos o segmentos que ponen en juego dualismos, la lógica de oposiciones duales). La positividad como creación o invención, no está siempre (aunque sea el caso más frecuente) del lado de las líneas de fuga (Conversaciones, p. 51); ellas corren su propio peligro (“transformarse en líneas de abolición, de destrucción de otras y de ella misma” (Diálogos, p. 168). Las líneas de fuga se engendran deshaciendo los dualismos propios del primer tipo de líneas. O sea, consiguiendo constituir una tercera clase de línea que se teje “entre las dos” (Diálogos, p. 88), es decir entre las dos líneas segmentarias, rígidamente fijadas en su oposición. Estas líneas de fuga “tienen en común el crecer por el medio” (Diálogos, p. 112). Así, cuando ellas con­siguen este crecimiento por el medio, prolongan o cons­truyen el plano de consistencia o de inmanencia, y son creativas. Pero ellas no se vuelven buenas, activas o creado­ras, liberadoras, más que en su empleo (cf. Conversaciones, pp. 40-51, MP, p. 526), ya que en el medio de esta experimentación real sobrevienen peligros, y la cartografía tiene como fin repararlos. “No hay receta general alguna” (Diálogos, p. 173).”[10]

¿Cómo pensar el tiempo adecuado a la inmanencia? El equivalente conceptual del medio espacial es el tiempo que no tiene futuro ni pasado, sin principio ni fin, ni eterno ni universal = intempestivo, inactual = actual de todos los tiempos = resto inasible. Contra el presente, contra las significaciones y los valores establecidos = forma parte del devenir.

¿Qué se entiende habitualmente por concepto? Es lo que responde a la pregunta ¿qué es esto? Es el resultado de un doble proceso de generalización y abstracción[11]. Generalizar es captar los rasgos comunes a una multiplicidad heterogénea, a todos los casos singulares. Abstraer es separar, fijar e inmovilizar lo generalizado, excluyendo aquellos rasgos no comunes. “El universal como Uno y Mismo trascendente (Mengue, 2008: 77). Así el concepto es entendido como la Idea platónica en tanto universal trascendente, que los entes copian e imitan. O como el Concepto aristotélico: sustrato uno e idéntico, inteligible, irreal, sobre el plano de inmanencia (dimensión superpuesta, exterior y distinta). Aquí lo múltiple es un atributo de la substancia una y misma (Mengue, 2008: 78). Concepto clásico = comprensión/extensión, género/especie. En la concepción tradicional “la unidad siempre actúa en el seno de una dimensión vacía suplementaria a la del sistema (sobrecodificación)” (MP, 15; Mengue 84))

No hay más que transiciones, variaciones con zonas de cercanía, grados de indistinción, procesos de reagrupación o puesta en común, de unificación o separación. “La fórmula de la multiplicidad y la inmanencia es n –Uno. El concepto = continuum de variaciones = meseta = multiplicidad = singularidades, intensidades. Responde a las preguntas: ¿en qué caso? ¿dónde? ¿cómo? El concepto diferencial se define como variaciones ordenadas, ordenación. Ser = caos = devenir = cambios en grados de velocidad diferentes (lentitud/rapidez).

El concepto es uno pero no Uno trascendente. Uno = puesta en común, en conexión de variables diferentes. Cofuncionamiento. Covariación. Unidad = consistencia. Sobrevuelo inmanente a velocidad infinita (como los electrones del átomo: núcleo = condensación; electrones a velocidad indefinida. Átomos que pierden electrones o los ganan).

“El concepto se define por la inseparabilidad de un número finito de componentes heterogéneos recorridos por un punto en sobrevuelo absoluto, a velocidad infinita”[12].

El antifundacionalismo se complemente con un antiesencialismo.

La singularidad e inmanencia se oponen a la representación (esto puede extenderse a la representación política/social, siguiendo a Rousseau). El concepto deleuziano “coordina singularidades” (Mengue, 2008: 84). “Un concepto no es un universal, sino un conjunto de singularidades en el que cada una se prolonga hasta la proximidad con otra” (Conversaciones, 200; Mengue 84).



[1] “El pluralismo es indisociable de un monismo de la vida, de un vitalismo que constituye el fondo de esta filosofía” (Mengue, 2008: 100). [Suena contradictorio]

[2] Cf. Vernant, J. P., Los orígenes del pensamiento griego, Buenos Aires, Eudeba, 1984, pp. 66 ss.

[3] Deleuze, G.-Guattari, F., ¿Qué es la filosofía?, p. 38.

[4] Deleuze, G.-Guattari, F., ¿Qué es la filosofía?, p. 42.

[5] Deleuze, G.-Guattari, F., ¿Qué es la filosofía?, p. 44.

[6] Deleuze, G., Conversaciones, 192-3.

[7] “Hay inmanencia de la vida a sí misma, y es en el seno de esta vida que se inventan y se desarrollan las diferentes formas de vida y de pensamiento.” (Mengue, 2008: 100).

[8] Mil mesetas, 15 citado por Mengue 73.

[9] Mil mesetas: 25.

[10] Mengue, P., 2008: 74-5

[11] “Lo abstracto no explica nada, y pide ser explicado” (Qué es la filosofía 51; Mengue 85)

[12] ¿Qué es la filosofía? p. 26, Mengue p. 83.

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"Rizoma"

¿No es mejor "sinapsis" (
σύναψις)?

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"Spinoza es tan fundamental para la filosofía moderna que bien puede decirse: quien no sea spinozista no tiene filosofía alguna"

(Hegel, G.W.F., Lecciones sobre historia de la filosofía, F.C.E., México, 1977, tomo III, p. 305)

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"La reconciliación de la lógica con el ente como tal, con el mal, el devenir, el movimiento, ocurrirá con el gran romanticismo alemán. Eso será Hegel."
Deleuze, G., En medio de Spinoza, Buenos Aires, Cactus, 2008, p. 61.


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martes, 16 de agosto de 2011

LO ESCRITO EN LA PIEDRA PERMANECE PARA SIEMPRE

“Todo lo que acaece en el cielo y en la tierra, lo que acaece eternamente, la vida de Dios y todo lo que se hace en el tiempo, tiende solamente hacia un fin: que el espíritu se conozca a sí mismo, que se haga objeto para sí mismo, que se encuentre, devenga para sí mismo, que confluya consigo mismo” (Werke, t. p. 36, citado por Bloch, E., Sujeto-objeto, México, F. C. E., 1983, p. 44).


“…estoy empeñado en la obra de hacer hablar alemán a la filosofía” (Hegel, Carta a Voss, citado por Bloch, E., Sujeto-objeto, México, F. C. E., 1983, p. 25).

“Esto no impide que Hegel considere, a veces, como una especie de honor el aparecer ante el pensamiento medio como un hombre retorcido; al fin y al cabo, la filosofía dialéctica vuelve completamente del revés los conceptos habituales” (Bloch, E., Sujeto-objeto, México, F. C. E., 1983, p. 27).

“Pero lo más importante es saber que todos los conceptos son, en esta filosofía, fluidos” (Bloch, E., Sujeto-objeto, México, F. C. E., 1983, p. 28).

“Señorita –dijo un día Hegel a una dama, vecina suya de mesa, que le admiraba como a un tenor y se sentía halagadísima de encontrarse sentada al lado del autor de obras famosas-: lo que en mi filosofía hay de mío es falso” (Bloch, E., Sujeto-objeto, México, F. C. E., 1983, p. 40).

Hegel quiere, por tanto, que se abandone el sujeto inmediato, precisamente para expresar y objetivar, de un modo mediado, el auténtico ‘ser para sí’, es decir, lo que ha sido asignado a la humanidad entera. Esto hace que desaparezcan, en el pensador objetivo, muchas cosas, que no son precisamente el modo de tener la nariz que fortuitamente le ha cabido en suerte; desaparece también lo que cada uno siente, directamente, que le quema los dedos y de lo que no pueden derivarse tantas cosas espiritualmente humanas como han florecido” (Bloch, E., Sujeto-objeto, México, F. C. E., 1983, p. 40).

Hegel, con un sesgo muy robusto, invoca en contra del supuesto abismo, insondable, entre el sujeto y el objeto el apetito de las bestias cuando se abalanzan ágilmente sobre el objeto y lo devoran. La ‘cosa en sí’ es captada inmediatamente por ellas como lo que es, como ‘cosa para nosotros’; captada, concretamente, con los dientes. (Bloch, E., Sujeto-objeto, México, F. C. E., 1983, p. 43)

La actividad del espíritu, en Hegel, es, pues, como actividad creadora, una actividad que, al mismo tiempo, se apodera del contenido creado, lo mismo que éste se apodera del sujeto. (Bloch, E., Sujeto-objeto, México, F. C. E., 1983, p. 43)


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“La premisa de Marx [los seres humanos actúan sobre la naturaleza (=trabajo humano) y en esa acción transforman los objetos y se transforman a sí mismos] se había visto apuntalada, por lo menos implícitamente, por el pasaje brusco al capitalismo industrial, pero este apoyo había comenzado a desvanecerse al comienzo del siglo XX con la aparición de las sociedades avanzadas. Para resumirlo en una fórmula sencilla, ya es imposible tomar como paradigma de la práctica seres humanos que trabajan sobre cosas. La premisa del trabajo misma ha sido subvertida revolucionariamente a medida que el sistema fabril fue quedando más y más al margen. Estados Unidos de América, según calculan los economistas, es la primera economía basada en los servicios que se ha desarrollado en la historia del mundo. Más de la mitad de las personas que trabajan están empleados no en el sector primario (agricultura) ni en el secundario (industria) sino en el terciario (servicios). Esto significa que el trabajo reviste ahora la forma de hombres y mujeres que actúan sobre otros hombres y mujeres, o más exactamente, de individuos que actúan sobre la información, y de la información que actúa sobre individuos. En los sectores avanzados de la economía es donde la manipulación de la información tiende de una manera especial a caracterizar a la actividad humana. Algunos economistas sostienen que las personas que trabajan en la información son solamente están concentradas en el sector avanzado sino que constituyen la mayoría den la totalidad de los campos. La producción, transformación y desplazamiento de la información son el objeto de la mayor parte de las tecnologías importantes que se introducen en la econmía”.

Poster, M., Foucault, marxismo e historia, Modo de producción versus modo de información, Buenos Aires, Paidós, 1987, p. 80.

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miércoles, 30 de marzo de 2011

LO ESCRITO EN LA PIEDRA PERDURA PARA SIEMPRE

La realidad de algo sólo está en su concepto; en cuanto es distinto de su concepto, cesa de ser real y se convierte en algo nulo. Su aspecto de palpabilidad y su sensible ser fuera de sí pertenecen a este lado negativo. [...] La única manera de lograr el progreso científico —y cuya sencillísima inteligencia merece nuestra esencial preocupación- es el reconocimiento de la proposición lógica, que afirma que lo negativo es a la vez positivo, o que lo contradictorio no se resuelve en un cero, en una nada abstracta, sino sólo esencialmente en la negación de su contenido particular; es decir, que tal negación, no es cualquier negación, sino la negación de la cosa determinada, que se resuelve, y por eso es una negación determinada. Por consiguiente en el resultado está contenido esencialmente aquello de lo cual resulta; lo que en realidad es una tautología, porque de otro modo sería un inmediato, no un resultado. Al mismo tiempo que la resultante, es decir, la negación, es una negación determinada, tiene un contenido. Es un nuevo concepto, pero un concepto superior, más rico que el precedente; porque se ha enriquecido con la negación de dicho concepto precedente o sea con su contrario; en consecuencia lo contiene, pero contiene algo más que él, y es la unidad de sí mismo y de su contrario. Por este procedimiento ha de formarse, en general, el sistema de los conceptos, y completarse por un curso incesante, puro, sin introducir nada del exterior.

Hegel, G. W. F., Ciencia de la lógica, Introducción

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DÍGAME DOCTOR
04/08/2011

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"TODO LO FINITO TIENE LA PROPIEDAD DE SUPRIMIRSE A SÍ MISMO"

G. W. F. Hegel
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"Que el alma joven observe retrospectivamente su vida, y que se haga la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que has amado hasta ahora verdaderamente? ¿Qué es lo que ha atraído a tu espíritu? ¿Qué lo ha dominado y, al mismo tiempo, embargado de felicidad?"
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"Allí donde existieron alguna vez poderosas sociedades, gobiernos, religiones, opinión pública, en una palabra, donde existió cualquier tipo de tiranía, allí se odió al filósofo solitario; pues la filosofía ofrece al hombre un asilo en el que ninguna tiranía puede penetrar, la caverna de la intimidad, el laberinto del pecho: y esto enfurece a los tiranos".

Nietzsche, F., Consideraciones intempestivas III: Schopenhauer como educador.

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Citas de Variaciones sobre el cuerpo de M. Serres.

La metamorfosis del cuerpo

Relativiza las oposiciones evolución/involución, bípedo/cuadrúpedo, hombre/bestia[1].

El cuerpo progresa y se siente seguro.

El cuerpo recuerda una relación elemental (animal) con el mundo[2].

El humano nace cuando se erige sobre dos pies y tiene necesidad de refugio[3].

El cuerpo en movimiento no falsea, engaña ni tampoco es conciencia de sí. Hay relaciones[4].

“El ojo vivo sobrevolando un organismo casi muerto da sensaciones casi incorpóreas, y abstractas. (…) La vista se recuesta en el tacto. (…) Esta segunda vista invierte realmente la del sobrevuelo: el ojo vivo en el cuerpo muerto produce la teoría.”[5]

“El cuerpo en movimiento asocia los sentidos y en él los unifica”. “Visión corporal global”

“Mi oído me dice que lo divino invade el Universo”[6].

“Una página encantadora canta al cuerpo; una mala apesta a sequedad de la cabeza.”

“Porque la escritura es tan poco indulgente como la montaña, la mayoría de los paseantes escritores se hacen preceder de guías y rodear de cuerdas: citas-seguridades, notas-refugios, referencias-clavijas. El falso oficio consiste en multiplicar los nombres propios; el de escritor real exige al cuerpo total y a su sola singularidad un compromiso solitario.”[7]

“Todo el cuerpo inventa; a la cabeza le gusta repetir”[8].

“Por sobre todas las cosas, entrenen el cuerpo y confíen en él, porque él se acuerda de todo sin molestias ni estorbos. (…) La inteligencia humana se distingue de lo artificial por el cuerpo, solamente por el cuerpo”. [9]

“Contrariamente a nuestras leyendas, la obra emerge de un exceso de sobrepotencia. La dicha experimentada crece con el esfuerzo consentido; esto llega hasta los límites.” [10]

El poder del cuerpo

Los maestros de gimnasia, los entrenadores y los guías de montaña “enseñan lo que puede hacer un cuerpo”. Sus consejos son: (1) Nada resiste al entrenamiento, cuya ascesis repite gestos poco naturales y facilita las virtudes necesarias de concentración, de coraje, de paciencia, de dominio de la angustia. (2) No hay obra sin regla del empleo del tiempo. (3) Respetar la cosa misma, que es la única que gobierna, y no la opinión.

“No importa a qué actividad se entregue uno, el cuerpo sigue siendo el soporte de la intuición, de la memoria, del saber, del trabajo y, sobre todo, de la invención”[11].

“El espíritu de equipo se construye dominando el fuego de la competencia y respetando las decisiones del árbitro; los deportes colectivos nos enseñan a luchar, juntos y jurídicamente, con nuestros adversarios, contra la agresividad, la nuestra y la de ellos”.

“En su inmensa mayoría, los deportistas pierden: eso es lo que enseña la ascesis; perder, ciertamente, frente a otros, pero ganar en las cosas mismas y para sí…”[12].

“¿Qué es lo que pueden nuestros cuerpos? Casi todo.”

“Por el contrario, cuántos eruditos dictaminan que el cuerpo homínido, endeble y puesto por la naturaleza en el lugar más débil entre los seres vivientes, no puede gran cosa.”

“…que cada género no ejecute más que un programa rígido y limitado, mientras que, más libres, los humanos proyecten sin cesar hazañas inesperadas… esta experiencia general no parece asombrar a esas filosofías ocupadas en repetir la letanía de nuestras debilidades. ¿Del cuerpo de quién están hablando?”[13]

“Sólo los animales conocen límites, los del instinto; sin instinto, los hombres plantan su tienda frágil y móvil, sin muro ni protección contra lo ilimitado. ¿Quién sabe lo que puede el cuerpo?”[14]

“Lo que no mata fortalece, y ¿de qué manera darse esa fuerza sin correr el riesgo de la destrucción? […] Exponer fortifica, proteger debilita; enfrentar disloca, socorrer apacigua”[15]

“La sensación guía la vida, el dolor advierte de la muerte”[16]

Patior, ergo sum. Ante todo, yo soy aquello que el dolor hizo de mi cuerpo; solamente después, lejos detrás y mucho tiempo después, soy lo que pienso”[17].

La conciencia rigidiza, mientras que el olvido flexibiliza[18].

“El dolor crece con la conciencia y la conciencia con el dolor”.

“Primeras patologías, la conciencia y el yo se oponen a la divina inconsciencia del ser humano en buena salud. ¿Qué es el inconsciente? El cuerpo, mejor dicho, el cuerpo en buena forma”[19].

“Además, la vida no sólo se desplaza, sino que cambia. […] No sólo la vida se mueve y cambia sino que intercambia: por el metabolismo y las diversas transacciones que negocia con su entorno, lucha contra el desorden. […] En efecto, las transformaciones del hombre en ocasiones toman caminos inesperados que la genética no prevé”[20].

“¿Cómo definir el cuerpo entregado a tantas poses y signos: cuánto y en qué forma es él mismo?”[21]

“La libertad se define por el cuerpo y éste por el potencial”[22].

“Esta primera metamorfosis transforma el cuerpo tanto como quiere y puede: y puede muchas cosas de las que el espíritu se asombra”[23].

“No soy nada más que las otras cosas, más los otros hombres del mundo. Entonces, y sólo entonces, comprendo. […] Por nuestras cuatro naturalezas de base, minerales, vegetales, animales y mundiales”[24].

“Metamorfosis del cuerpo enamorado”[25]

“No nos comprendemos a menos que entremos juntos en la ronda o en la danza de todas esas mezclas”[26].

“La atención arroja a la así llamada primera persona en el objeto, animal u hombre, tercera persona”[27].

“¿Qué es un autor de no ser ese cuerpo productivo de vida?”

“Sólo la mujer sabe lo que el cuerpo: producir otro, semejante al suyo y diferente de él. Como yo ignoro el proceso fulminante que, en el vientre de una madre, multipolica un huevo en miles de millones de células diversas y ordenadas, ¿qué sé yo, en verdad, de la producción? Nada que valga; tendría que haber dejado mi lugar. El cuerpo macho habla por el viento; fecunda, pesada, real, la hembra concibe, lleva, pare, amamanta; su cuerpo vive por lo menos dos veces. El verbo vuela, la carne produce.”[28]

“El misterio de la Encarnación expresa esto, que no sabemos qué es ni lo que puede la cerne, porque participa de la divinidad”[29].

“¿Saben ustedes lo que hacen cuando duermen? Justamente, abandonan todo acto para caer en lo viscoso de lo virtual: menos pasivo que potencial”.[30]

El conocimiento

“Nadie vio jamás el camino detallado del color azul a la palabra azul, que ya no tiene nada de azul. […] Este camino de los sentidos hacia el entendimiento, por otra parte, hace desaparecer todo el resto del cuerpo o, más bien, lo reduce a la función de transportador de las cinco terminales periféricas: ¿se necesita semejante fisiología para un simple paseante? El antiguo sensualismo, pero también el empirismo lógico y las ciencias cognitivas proponen una génesis del conocimiento sin cuerpo”.[31]

“En cambio, esto es lo que quiero mostrar: que no hay nada en el conocimiento que no haya estado primero en todo el cuerpo, cuyas metamorfosis gestuales, posturas móviles, cuya misma evolución imita todo cuanto lo rodea. Nuestro sabor nace de los otros que lo aprenden del nuestro, que de enseñarlo así lo recuerda y de exponerlo lo aumenta, en ciclos indefinidos de crecimiento positivo, en ocasiones bloqueados, sin embargo, por la estupidez de la obediencia”.[32]

“El entorno esculpe el rostro. ¿Cómo aprendemos las emociones y los estados mentales, sino reconociéndolos en el otro? ¿Cómo reconocerlos sin experimentarlos? ¿Cómo experimentarlos sin mimarlos? ¿Cómo aprenderlos sin imitarlos, cómo imitarlos sin aprenderlos? Este círculo repetido crece y nos hace crecer”.[33]

“La pasión nace de esos cara a cara, cabeza a cabeza, frente a frente y cuerpo a cuerpo, proceso mayor de adquisición y de crecimiento”.[34]

“Por cierto, aprendemos las figuras de las bailarinas, los gestos de los gimnastas y las prácticas de los oficios, pero más vale decir que todo se adquiere, justamente, por la danza y el espejo, los deportes y las habilidades, el cabeza a cabeza de la madre y el hijo, donde la hija o el hijo enseña tanto a la adulta como ésta a aquéllos, el mano a mano de los guerreros, el frente a frente del profesor y los alumnos, del patrón y los empleados, la súplica recíproca de los amantes… toda sociedad en un paso de baile de a dos. Nada más eficaz que el cara a cara del teatro para la enseñanza”[35].

“…Si en ese mimo exacto reside el origen del conocimiento justo, el conflicto siempre lo acompañará”[36].

El dogma que dice que no se puede aprender lo que no se comprende es una necedad. “De hecho, aprendemos inmensamente más cosas que las que dominamos, y no comprendemos bien aquellas que se nos explican igualmente mal. (…) Pasados los 40 años comprendí lo que había aprendido de memoria a los 6, y no habría comprendido nada si primero no hubiese aprendido sin comprender, si no hubiera tomado la lección tal cual. (…) Así como estimo hasta la embriaguez la transparencia en la exposición, así veo que aprendemos incesantemente lo opaco, cuya oscuridad no obstaculiza en modo alguno la retención. Absorbemos tanto de la sombra como de las luces, y el conocimiento, en suma, radica en un trabajo constante en los límites de ese claroscuro. Raramente sabemos que no sabemos y qué cosa sabemos: dos importantes hazañas de la inteligencia; la mayoría de las veces sabemos lo que no sabemos y sabemos mal lo que sabemos. Sobrevaluamos un cogito lúcido tan raro como la iluminación de Newton en medio de su huerto de manzanas o la de Descartes en su estufa de Alemania. Así, enseñamos a niños a quienes consideramos como a esos dos genios tomados en dos instantes privilegiados de su vida inventiva. ¿Qué tiene de sorprendente si la enseñanza fracasa?”[37]


[1] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 31.

[2] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 32.

[3] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 33.

[4] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 34.

[5] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 35.

[6] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 36.

[7] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 37.

[8] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 37.

[9] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 38.

[10] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, pp. 40-41.

[11] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 51.

[12] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, pp. 52-53.

[13] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 53.

[14] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 54.

[15] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 55.

[16] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 56.

[17] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 56.

[18] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 57.

[19] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 58.

[20] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 63.

[21] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 63.

[22] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 64.

[23] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 65.

[24] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 67. Cf. Marechal, L., Megafón o la guerra.

[25] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 67. Cf. Onfray.

[26] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 67.

[27] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 68.

[28] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 69.

[29] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 70.

[30] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 71.

[31] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 76.

[32] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 77.

[33] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 78.

[34] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 78.

[35] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 79.

[36] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 79.

[37] Serres, M., Variaciones sobre el cuerpo, Buenos Aires, F. C. E., 2011, p. 81.