jueves, 15 de diciembre de 2011

LO ESCRITO EN LA PIEDRA PERMANECE PARA SIEMPRE



He aquí nuestro verdadero estado. Lo que nos hace incapaces de saber con certeza y de ignorar absolutamente. Bogamos en un vasto medio, siempre inciertos y flotantes, empujamos de uno a otro extremo; cualquier término donde pensáramos adherirnos y afirmarnos, vacila y nos abandona, y, si le seguimos, escapa a nuestra captura, se nos escurre y huye, en una huida eterna; nada se detiene para nosotros. Es el estado que nos es natural, y sin embargo el más contrario a nuestra inclinación. Ardemos en deseos de encontrar un asiento firme y una última base constante para edificar sobre ella una torre que se alce al infinito, pero todo nuestro fundamento cruje, y la tierra se abre hasta los abismos[1].


[1] Pascal, B., Pensamientos, Barcelona, Altaza, 1993, p. 79.

“Voilà notre état véritable. C’est ce qui nous rend incapables de savoir certainement et d’ignorer absolument. Nous voguons sur un milieu vaste, toujours incertains et flottants, poussés d’un bout vers l’autre; quelque terme où nous pensions nous attacher et nous affermir, il branle, et nous quitte, et si nous le suivons il échappe à nos prises, nous glisse et fuit d’une fuite éternelle; rien ne s’arrête pour nous. C’est l’état qui nous est naturel et toutefois le plus contraire à notre inclination. Nous brûlons du désir de trouver une assiette ferme, et une dernière base constante pour y édifier une tour qui s’élève à (l’)infini, mais tout notre fondement craque et la terre s’ouvre jusqu’aux abîmes.

“Ne cherchons donc point d’assurance et de fermeté; notre raison est toujours déçue par l’inconstance des apparences: rien ne peut fixer le fini entre les deux infinis qui l’enferment et le fuient” (Pascal, B., Pensées, 199-72 H. Disproportion de l’homme en Pascal im Kontext [CDR] © Karsten Worm - InfoSoftWare 2003. Buch: Pensées. Kapitel: XV. Transition. Basis-Ausgabe: Oeuvres complètes, S. Pa:525b).

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Sobre los libros como cimientos de nuestra cultura o sobre los derechos de autor o, en el fondo, sobre el derecho de propiedad de las editoriales, veamos este debate:

http://www.lanacion.com.ar/1423169-el-fin-del-libro

http://sur.infonews.com/notas/cuevanagate-tapar-el-sol-con-la-mano

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¿cómo se podría forzar a la naturaleza a entregar sus secretos a no ser oponiéndole resistencia victoriosa, es decir, mediante lo innatural? [1]



[1] KSA I, GdT 9, p. 66. NdT 9, p. 90.

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127.

Me complace el desarrollo militar de Europa y también su anárquico estado interior; los tiempos de tranquilidad y de modorra china que Galiani anunciaba para este siglo han pasado. La destreza viril personal, la aptitud del cuerpo re­cupera otra vez su valor, las valoraciones van siendo más físicas, la alimentación más carnívora. Otra vez van a ser posibles los hombres bellos. La cadavérica hipocresía (con mandarines al frente, como la soñaba Comte) ha pasado. En cada uno de nosotros se va afirmando el bárbaro y el animal feroz. Justamente por esto disminuirá el prestigio de los filósofos. Kant ha sido una especie de espantapájaros.[1]

226.

Despreciaban el cuerpo: no le tomaban en consideración; más aún: le trataban como enemigo. Su extravagancia era creer que se podía poseer una bella alma en un cuerpo abor­tivo, de apariencias cadavéricas... Para hacer creer esto a otras gentes, tenían que presentar de otra manera la idea de "bella alma", transformar el valor natural hasta presentar un ser pálido, enfermizo, exaltado hasta la idiocia, como el sustratum de la perfección, como un ser "angelical", como cria­tura transfigurada, como hombre superior. [2]

227.

La ignorancia en "psychologicis". El cristianismo no tie­ne sistema nervioso: el desprecio del cuerpo y la manera ar­bitraria de pasar en silencio las exigencias de éste, los descu­brimientos hechos sobre tal asunto; la hipótesis de que éste está conforme con la naturaleza superior del hombre, que el alma sacará de aquí necesariamente provecho; la reducción sistemática de todas las facultades del cuerpo a valores mo­rales ; la enfermedad misma condicionada por la moral, ima­ginada, por ejemplo, como castigo, como prueba, y hasta co­mo condición de la salud; el hombre se hace de este modo más perfecto de lo que sería estando sano (la idea de Pas­cal) ; en ciertos casos hay que ponerse malo deliberadamente. [3]

De aquí nace una práctica: para excitar el sentimiento de culpabilidad, para preparar la maceración hay que poner al cuerpo en un estado enfermizo y neurótico. Ya conocemos el método. Como se ve, ignórase por completo la lógica cau­sal del hecho; pero se tiene una interpretación religiosa para la maceración del cuerpo; ésta aparece como fin en sí, mientras que sólo es el medio para hacer posible aquella malsana indi­gestión de arrepentimiento (la "idée fixe" del pecado, la suges­tión hipnótica de la gallina por la raya "pecado").

La maceración del cuerpo prepara el terreno para la serie de "sentimientos del pecado", es decir, un malestar general que necesita una explicación...

Por otro lado, también se explica de este modo el método de la "redención": se provoca una dilapidación del sentimien­to por medio de oraciones, movimientos, gestos, votos; esto produce un agotamiento, a menudo súbitamente, otras veces también en forma epiléptica. Y tras un estado de profunda somnolencia reaparece la apariencia de salud, es decir, ha­blando en términos religiosos: la "salvación".[4]



[1] Nietzsche, F., La voluntad de dominio, #127.

[2] Nietzsche, F., La voluntad de dominio, #226.

[3] Nietzsche, F., La voluntad de dominio, #226.

[4] Nietzsche, F., La voluntad de dominio, #229.

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APUNTES DE "DELEUZE Y EL SISTEMA DE LO MULTIPLE" DE P. MENGUE

Deleuze hace una apología de la filosofía y su función (// Platón, Hegel, Heidegger). La filosofía sirve para crear nuevas formas de vida, para liberar al pensamiento de lo que lo aprisiona. La función de la filosofía es crear conceptos. No tiene privilegios respecto de la ciencia o el arte, pero es autónoma porque responde a sus propios problemas.

Filosofía = Intempestiva = contra la aceptación del presente = no busca consenso, paz o reposo. Tampoco busca sustento en lo Uno, el Todo o el Sujeto. No le preocupa el fin de la filosofía ni su comienzo originario, aurora o crepúsculo. La filosofía se preocupa por el medio = devenir. [Cambio, Revolución]

La filosofía es Sistema. Problema: ¿cómo pensar lo múltiple sin traicionarlo reduciéndolo a Uno? Filosofía = lógica de las multiplicidades. Si bien el pensar implica alguna forma de unificación (lógica)[1], el problema está en el modo de la unificación.

Un plano sostiene a las disciplinas o autores en una multiplicidad.

El plano hay que hacerlo ≠ dado (que haya muchos no implica multiplicidad)

Multiplicidad = diferencia no reductible a unidad ni a mismidad = caos = inmanencia

Deleuze desarrolla una forma de pensamiento intempestivo, que se separa de las cuestiones usuales o comunes de la filosofía contemporánea como la muerte de la filosofía y su reemplazo por las ciencias y las técnicas, el comienzo de la filosofía y el remontarse al pensamiento esencial de los presocráticos, la preocupación por una filosofía de la comunicación y el consenso. La filosofía no es hermenéutica ni reflexiva. La filosofía no tiene por objeto el conocimiento de la verdad sino la creación de conceptos. Se trata de pensar y sentir de otro modo. Con ello se deja de lado al mismo tiempo el problema del fundamento, que remite todo pensar a la derivación de un fundamento previo, y lo reemplaza por “la imagen del pensamiento”.

Múltiple como sistema = heterogénesis = sistema abierto

Filosofía = pensar = crear conceptos ≠ buscar un fundamento = deducir

Filosofía antifundacionalista. ¿Quién quiere fundamentos?

Crear = flotar sobre el océano del devenir, deslizarse sobre el caos del ser (crear implica destruir los fundamentos creados, dados).

Mengue niega que Nietzsche (y los nietzscheanos como Deleuze) sea contradictorio, pero no se puede dejar atrás el fundamento y enfrentar el caos sin arriesgarse, sin efectuar un ejercicio peligroso. El pensamiento debe ser capaz de pensar las singularidades, los acontecimientos (Mengue, 2008: 65). Es necesario modificar la idea de razón: no hay fundamento, ni esencia, ni sujeto, sino ‘razones’, diversos procesos de racionalizaciones (Mengue, 2008: 65).

Verdad es lo que nos interesa, lo que nos importa. Pensar es crear. Creación = lo que permite (condición, sostén) a la verdad aparecer como verdad.

La “imagen del pensamiento” no se identifica con la verdad sino con las condiciones de la verdad; no concierne a tal contenido proposicional, evidencia y factualidad, sino a las reglas implícitas, los criterios que, en cada época, permiten ‘tener por verdadero’ (Mengue, 2008: 67-8). “Cada estrato o formación histórica ‘implica una repartición de lo visible y de lo enunciable que se hace sobre ella misma’, y de un estrato al otro hay variaciones en estas maneras de decir (enunciable) y de ver (visible)” (Mengue, 2008: 68). “Imagen de pensamiento” = régimen de verdad (Foucault) (Mengue, 2008: 67) “épocas, estratos” (Mengue, 2008: 69).

Los conceptos no están dados sino que hay que crearlos. En este acto creador hay dos niveles: 1. el establecimiento del plano[2], 2. la creación de conceptos. El plano es un Uno-Todo, “como un desierto móvil que los conceptos vienen a poblar” (Mengue, 2008: 58). El plano recusa la distinción entre el ser y el pensamiento.

Concepto (Mengue, 2008: 53) ≠ idea general abstracta

≠ representación (referida a una facultad)

≠ opinión

≠ elemento de la proposición

Imagen del pensamiento” = “manera de pensar” (Mengue, 2008: 56) = requisitos fundamentales o presupuestos últimos (Mengue, 2008: 57) = plano de consistencia o de inmanencia ≠ concepto. Plano de inmanencia = forma de totalidad = Todo ilimitado, siempre abierto[3], que no totaliza en un género trascendente (Mengue, 2008: 57). Los conceptos son “creados”, el plano es “establecido”[4].

Plano = presupuesto e inmanente (Mengue, 2008: 58)

≠ preexistente

Zona o receptáculo amorfo

= potencia dinámica

= Uno-Todo, desierto móvil

= objeto de una pre-comprensión no filosófica

= aprehensión prefilosófica, no conceptual, intuitiva

= trazado según medios poco confesables[5]

Pensar = Ser = Voluntad de Poder. “Estos pensamientos son la substancia misma de las cosas. Esto equivale a decir que hay simultáneamente pensamiento (o sentido) y realidad (o ser) debido a una misma posición o ‘interpretación’ que, de un lado, se distribuye o se muestra como realidad, y del otro, se aprehende como sentido o pensamiento” (Mengue, 2008: 60). “Pensar no tiene otro sentido que inventar nuevas posibilidades de vida. Es decir, nuevas formas de sentir y pensar. El fin de la filosofía es “liberar la vida de todo aquello que la aprisiona”.[6] “Sentir de otro modo”. “Pensar de otro modo” (Mengue, 2008: 62).

Para Deleuze el problema del comienzo y el problema a del fin son falsos problemas, ya que siempre se comienza por el medio [= inmanencia pura (Mengue, 2008: 70)].

Esta cuestión está “en el centro de la intuición deleuziana de la multiplicidad” (Mengue, 2008: 70), a la que (en Mil mesetas) llama “rizoma”. “Así, lo que cuenta es la heterogénesis, un modo de desarrollo que opera sin que haya división de una unidad anterior. El rizoma se opone al árbol-raíz que procede por división a partir de una unidad (primado de lo uno), por ramificación dicotómica y elecciones binarias, o a partir de un foco central que ordena la radiación” (Mengue, 2008: 70). Contra el arjé o fundamento primero se opone el rizoma. “Crear, inventar conceptos, experimentar, es decir, agenciar” (Mengue, 2008: 71) “principio de conexión de lo heterogéneo” (Mengue, 2008: 70 nota)

Las dos dimensiones capitales en las que reconocemos el aporte de la filosofía deleuziana, a saber la de la teoría de las multiplicidades (acontecimientos, singularidades, mesetas, rizoma…) la teoría de la imagen del pensamiento (denuncia de los obstáculos que desfiguran el pensamiento como creación de conceptos, y correlativamente la apertura de posibilidades para un pensar distinto), no tienen sentido más que en relación con la inmanencia” (Mengue, 2008: 71)[7]. “Un ser inmanente que reside absolutamente en sí mismo, no puede ser a cada instante más que ‘punto de partida’ y principio de sí mismo y de su actividad, de su devenir”. No foco o fuente estable que pueda “supervisar, conducir o coronar” = trascendente. ¿Inmanente = autónomo (no depende de otro, de un fundamento)? Identidad = conjunto de fuerzas, sin unidad trascendente, que se eleve sobre las demás. Inmanencia = entrecruzamiento de fuerzas o líneas de crecimiento o flujos. (Mengue, 2008: 72) “El medio es la dimensión del crecimiento” (Mengue, 2008: 73)

Líneas de despliegue o transformación = líneas de fuga

Líneas de reposo o estabilización = estratos, segmentos.

Genealogía Geografía / Cartografía / Diagrama

Multiplicidades planas (sin profundidad), geométricas.

“En la medida en que llenan, ocupan todas las dimensiones, todas las multiplicidades son planas: hablaremos, pues, de un plano de consistencia de las multiplicidades, aunque ese ‘plano’ sea de dimensiones crecientes según el número de conexiones que se establezcan en él”.[8]

Multiplicidad ≠ estructura = se define por un conjunto de puntos y posiciones.

Multiplicidad = cambia de naturaleza al conectarse con otros elementos.[9] El rizoma está hecho de direcciones cambiantes.

¿Cómo pensar este medio, el espacio de la inmanencia? Nuestro último recurso no es ya el verbo ser, demasiado abarcador, sino el “Y”. El “Y” no es una simple relación sino la esencia de toda relación (Mengue, 2008: 74). La naturaleza no es colectiva sino distributiva; no es atributiva sino conjuntiva (Mengue, 2008: 74). “La noción de agenciamiento viene a responder a esta natu­raleza conjuntiva, coordinativa del ser. El agenciamiento es la unidad real mínima (Diálogos, p. 65), y es una unidad que junta los términos, o las líneas, esencialmente heterogéneas:

“¿Qué es un agenciamiento? Es una multiplicidad que comporta muchos términos heterogéneos, y que establece conexiones, relaciones entre ellos, a través de edades, sexos, reinos -naturalezas diferentes. Además, la única unidad del agenciamiento es la del co-funcionamiento” (Diálogos, p. 84, n. s). Un agenciamiento puede dividirse según dos ejes: Io Según el eje contenido/expresión, un agenciamiento comprende en su heterogeneidad, tanto estados de cosas (agenciamientos de efectuación) como enunciados (agenciamientos de enunciación), tanto cosas como pala­bras (Diálogos, pp. 85 y 86). 2o Según el segundo eje, los agenciamientos se distinguen por la naturaleza de los movimientos que animan las líneas que lo componen, y que no cesan de coexistir (son tomados los unos en los otros) y de oponerse: líneas de desterritorialización (o sea, princi­palmente como líneas de fuga que, como variaciones in­tensivas o moleculares, minan o escapan a las codificacio­nes binarias propias del otro tipo de líneas) y las líneas de reterritorialización, de codificación (interrupción del mo­vimiento y de la repartición de los términos fijos en oposi­ciones duales, o sea, toda forma de estratos o segmentos que ponen en juego dualismos, la lógica de oposiciones duales). La positividad como creación o invención, no está siempre (aunque sea el caso más frecuente) del lado de las líneas de fuga (Conversaciones, p. 51); ellas corren su propio peligro (“transformarse en líneas de abolición, de destrucción de otras y de ella misma” (Diálogos, p. 168). Las líneas de fuga se engendran deshaciendo los dualismos propios del primer tipo de líneas. O sea, consiguiendo constituir una tercera clase de línea que se teje “entre las dos” (Diálogos, p. 88), es decir entre las dos líneas segmentarias, rígidamente fijadas en su oposición. Estas líneas de fuga “tienen en común el crecer por el medio” (Diálogos, p. 112). Así, cuando ellas con­siguen este crecimiento por el medio, prolongan o cons­truyen el plano de consistencia o de inmanencia, y son creativas. Pero ellas no se vuelven buenas, activas o creado­ras, liberadoras, más que en su empleo (cf. Conversaciones, pp. 40-51, MP, p. 526), ya que en el medio de esta experimentación real sobrevienen peligros, y la cartografía tiene como fin repararlos. “No hay receta general alguna” (Diálogos, p. 173).”[10]

¿Cómo pensar el tiempo adecuado a la inmanencia? El equivalente conceptual del medio espacial es el tiempo que no tiene futuro ni pasado, sin principio ni fin, ni eterno ni universal = intempestivo, inactual = actual de todos los tiempos = resto inasible. Contra el presente, contra las significaciones y los valores establecidos = forma parte del devenir.

¿Qué se entiende habitualmente por concepto? Es lo que responde a la pregunta ¿qué es esto? Es el resultado de un doble proceso de generalización y abstracción[11]. Generalizar es captar los rasgos comunes a una multiplicidad heterogénea, a todos los casos singulares. Abstraer es separar, fijar e inmovilizar lo generalizado, excluyendo aquellos rasgos no comunes. “El universal como Uno y Mismo trascendente (Mengue, 2008: 77). Así el concepto es entendido como la Idea platónica en tanto universal trascendente, que los entes copian e imitan. O como el Concepto aristotélico: sustrato uno e idéntico, inteligible, irreal, sobre el plano de inmanencia (dimensión superpuesta, exterior y distinta). Aquí lo múltiple es un atributo de la substancia una y misma (Mengue, 2008: 78). Concepto clásico = comprensión/extensión, género/especie. En la concepción tradicional “la unidad siempre actúa en el seno de una dimensión vacía suplementaria a la del sistema (sobrecodificación)” (MP, 15; Mengue 84))

No hay más que transiciones, variaciones con zonas de cercanía, grados de indistinción, procesos de reagrupación o puesta en común, de unificación o separación. “La fórmula de la multiplicidad y la inmanencia es n –Uno. El concepto = continuum de variaciones = meseta = multiplicidad = singularidades, intensidades. Responde a las preguntas: ¿en qué caso? ¿dónde? ¿cómo? El concepto diferencial se define como variaciones ordenadas, ordenación. Ser = caos = devenir = cambios en grados de velocidad diferentes (lentitud/rapidez).

El concepto es uno pero no Uno trascendente. Uno = puesta en común, en conexión de variables diferentes. Cofuncionamiento. Covariación. Unidad = consistencia. Sobrevuelo inmanente a velocidad infinita (como los electrones del átomo: núcleo = condensación; electrones a velocidad indefinida. Átomos que pierden electrones o los ganan).

“El concepto se define por la inseparabilidad de un número finito de componentes heterogéneos recorridos por un punto en sobrevuelo absoluto, a velocidad infinita”[12].

El antifundacionalismo se complemente con un antiesencialismo.

La singularidad e inmanencia se oponen a la representación (esto puede extenderse a la representación política/social, siguiendo a Rousseau). El concepto deleuziano “coordina singularidades” (Mengue, 2008: 84). “Un concepto no es un universal, sino un conjunto de singularidades en el que cada una se prolonga hasta la proximidad con otra” (Conversaciones, 200; Mengue 84).



[1] “El pluralismo es indisociable de un monismo de la vida, de un vitalismo que constituye el fondo de esta filosofía” (Mengue, 2008: 100). [Suena contradictorio]

[2] Cf. Vernant, J. P., Los orígenes del pensamiento griego, Buenos Aires, Eudeba, 1984, pp. 66 ss.

[3] Deleuze, G.-Guattari, F., ¿Qué es la filosofía?, p. 38.

[4] Deleuze, G.-Guattari, F., ¿Qué es la filosofía?, p. 42.

[5] Deleuze, G.-Guattari, F., ¿Qué es la filosofía?, p. 44.

[6] Deleuze, G., Conversaciones, 192-3.

[7] “Hay inmanencia de la vida a sí misma, y es en el seno de esta vida que se inventan y se desarrollan las diferentes formas de vida y de pensamiento.” (Mengue, 2008: 100).

[8] Mil mesetas, 15 citado por Mengue 73.

[9] Mil mesetas: 25.

[10] Mengue, P., 2008: 74-5

[11] “Lo abstracto no explica nada, y pide ser explicado” (Qué es la filosofía 51; Mengue 85)

[12] ¿Qué es la filosofía? p. 26, Mengue p. 83.

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"Rizoma"

¿No es mejor "sinapsis" (
σύναψις)?

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"Spinoza es tan fundamental para la filosofía moderna que bien puede decirse: quien no sea spinozista no tiene filosofía alguna"

(Hegel, G.W.F., Lecciones sobre historia de la filosofía, F.C.E., México, 1977, tomo III, p. 305)

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"La reconciliación de la lógica con el ente como tal, con el mal, el devenir, el movimiento, ocurrirá con el gran romanticismo alemán. Eso será Hegel."
Deleuze, G., En medio de Spinoza, Buenos Aires, Cactus, 2008, p. 61.


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